Esta frase significa «Todas las cosas excelentes son raras». Proviene de las enseñanzas de Cicerón y Platón y nos recuerda que lo valioso no es común y merece esfuerzo.
Puedes usarla en una conversación para destacar algo especial, como un vino particularmente bueno o una velada que promete ser única. ¿Quién no querría presumir un poco de filosofía mientras brinda por una ocasión especial?