El latín, lejos de ser una lengua muerta, sigue vivo en nuestras palabras, nuestras ideas y en los fundamentos de nuestra cultura. Pero, ¿cuántas veces lo utilizamos sin comprender su verdadero significado? Este blog nace con el propósito de corregir errores comunes, devolver el prestigio al latín y demostrar que su estudio sigue siendo relevante y fascinante.
En esta primera entrada, queremos presentar el espíritu de Ad Fontes Latini. Nuestro nombre, que significa “A las fuentes latinas”, evoca la invitación renacentista de regresar a los orígenes para comprender mejor el presente. Aquí exploraremos expresiones latinas malinterpretadas, discutiremos su uso correcto y destacaremos cómo estas palabras, cargadas de historia, pueden enriquecer nuestra comunicación y pensamiento.
En próximas entradas, abordaremos temas como el mal uso de expresiones como quid pro quo o caveat emptor, repasaremos la historia del latín y sus diversas etapas, y compartiremos recursos para quienes deseen aprender esta lengua universal. Porque el latín no solo es el lenguaje de los antiguos, sino también una llave que abre las puertas del conocimiento.