Uso correcto: «Se nombró una comisión ad hoc para investigar las irregularidades en el proceso de contratación».
Aquí, la expresión está bien empleada, porque la comisión fue creada específicamente para un propósito puntual.
Uso incorrecto: «Su respuesta fue muy ad hoc, parece que la improvisó sobre la marcha».
En este caso, ad hoc se usa erróneamente como sinónimo de «improvisado». Si bien algo ad hoc puede surgir rápidamente, su esencia es la adaptación precisa a una necesidad, no la falta de preparación.
Al comprender el verdadero sentido de ad hoc, podemos emplearlo correctamente en nuestro lenguaje cotidiano y evitar confusiones. Recordemos: una solución ad hoc no es apresurada, sino adecuada «para este propósito». ¡Respetemos la precisión del latín!