A lo largo de la historia, los astrónomos y poetas han combinado el latín para transmitir la belleza del universo en su poesía y narrativa. A menudo, las estrellas, los planetas y las constelaciones se nombran no solo por su posición o características, sino también por su influencia en la imaginación humana. Muchas veces, los poetas y escritores recurren al latín para crear imágenes poderosas de la noche estrellada, utilizando esta lengua para hablar de los astros de una manera poética y sublime.
La Vía Láctea, por ejemplo, se conoce en latín como Via Lactea, que significa «Camino de Leche», evocando una visión antigua de la galaxia como un río celestial de leche derramada. De igual manera, algunos poetas romanos, como Ovidio y Virgilio, usaban el latín para describir el firmamento, influyendo en la forma en que la cultura occidental entiende y se relaciona con el cielo estrellado. Este uso poético del latín añade una capa de significado profundo a la astronomía, fusionando ciencia y arte.