El latín es una lengua extraordinariamente rica en vocabulario relacionado con el amor, las emociones y los afectos. Existen más de mil palabras y expresiones que reflejan las distintas dimensiones de este sentimiento, desde el amor pasional hasta el cariño familiar o la amistad. Términos como amor (amor en su sentido más amplio), dilectio (afecto profundo y elección), caritas (amor desinteresado y benevolente) o venustas (atractivo y encanto) muestran la sutileza con la que el latín diferenciaba las distintas formas de amar.
Esta riqueza lingüística no solo nos ayuda a comprender mejor la visión del amor en la cultura clásica, sino que ha dejado una huella profunda en las lenguas romances. Palabras como «amor», «cariño», «caridad» o «afecto» derivan directamente del latín y aún conservan matices de su significado original. El estudio de estos términos no solo nos acerca al pensamiento de los antiguos romanos, sino que también enriquece nuestra comprensión de los vínculos humanos y la manera en que el lenguaje da forma a nuestras emociones.