La expresión latina ad hoc es una de las más utilizadas en el lenguaje moderno, pero también una de las más malinterpretadas. Literalmente, significa «para esto» o «para este propósito», y se emplea para referirse a algo creado o diseñado específicamente para una situación concreta. Por ejemplo, cuando se forma un comité ad hoc, significa que dicho comité existe únicamente para resolver un problema puntual, y no tiene una función permanente.
El error más común es confundir ad hoc con «improvisado» o «poco elaborado». Aunque a veces algo ad hoc pueda ser improvisado, la improvisación no forma parte del sentido original de la expresión. Lo clave en ad hoc es la especificidad: es una solución adaptada a una circunstancia particular, no una respuesta genérica. Por ejemplo, una ley ad hoc es aquella que se crea para un caso concreto, no una improvisación legal.