En el ámbito de la música, una solución ad hoc puede convertirse en una obra maestra. Por ejemplo, durante una interpretación en vivo, si un instrumento falla o un músico pierde su parte, los artistas a menudo improvisan para adaptarse a la situación sin que el público lo note. Esta habilidad es especialmente destacable en el jazz, donde la improvisación no solo es parte del estilo, sino que a menudo surge como respuesta ad hoc a las dinámicas de la interpretación en tiempo real.
Un caso fascinante ocurrió en el estreno de la Sinfonía N.º 94 de Haydn, conocida como la Sorpresa. Haydn incluyó un golpe fuerte de orquesta en medio de un movimiento suave, supuestamente para mantener despierto al público. Esta solución ad hoc —pensada para resolver el problema de una audiencia distraída— se convirtió en una de las características más célebres de su obra.