Cuando revisamos los nombres de los meses en muchos idiomas, encontramos un denominador común: su origen está en el latín. Pero, ¿por qué? Esto se debe a que el calendario que usamos hoy en día, el calendario gregoriano, tiene sus raíces en el calendario romano.
Muchos nombres de los meses reflejan características del antiguo calendario romano. Por ejemplo, Martius (marzo) estaba dedicado al dios Marte, mientras que Julius (julio) honra a Julio César, quien reformó el calendario. Sin embargo, también encontramos nombres que se refieren a números, como Septem (septiembre), que significa «siete», ya que originalmente era el séptimo mes del año en el calendario romano.
El uso continuo de estos nombres latinos es un testimonio del impacto duradero de la cultura romana en el mundo moderno. Aunque sus significados originales puedan parecer lejanos, los nombres de los meses son un ejemplo cotidiano de cómo el latín sigue vivo entre nosotros.